jueves

Ensayo: La esposa de Bath. Cuentos de Canterbury. G. Chaucer.



LA ESPOSA DE BATH: REALIDAD vs. CUENTOS DE HADAS

Como lo afirma Jane Zatta en su página electrónica sobre Chaucer y los Cuentos de Canterbury, “al cuestionar el valor de la virginidad, la Esposa de Bath, pone en tela de juicio los ideales tanto seculares como religiosos sobre la mujer (en la edad media)”. Zatta explica que la imagen de la mujer más poderosamente difundida a través de libros y pinturas en aquellos días, la que daba cuerpo a toda la misoginia oculta que la idealización de la virginidad entrañaba, era la imagen de la Virgen María. Zatta observa que las propiedades simbólicamente adjudicadas a María eran complejas: María había sido considerada una figura de la Iglesia desde que San Ambrosio afirmó en el siglo IV que, al dar a luz a Cristo, María dio a luz también a los Cristianos; como símbolo de la Iglesia y como la esposa de Cristo (sponsa Christi) María fue una imagen que recibió gran atención desde la segunda mitad del siglo once. El recuento de Zatta nos muestra cómo la doctrina de la Inmaculada Concepción, la concepción de María, libre de sexualidad y, de ese modo, libre del pecado original con todo lo que ello implica, incluso el parto doloroso, fue un tema de disputa en la Edad Media. En Inglaterra fue negada por Anselmo de Canterbury y defendida por Duns Scotus. A partir del siglo trece, los Franciscanos promueven esta doctrina en tanto que los Dominicos se oponen a ella. En consecuencia, la imagen que se desarrolló en la Edad Media sobre la Virgen María reflejaba los sentimientos complejos, ambivalentes, y contradictorios que la mujer evocaba en torno al matrimonio y la sexualidad.
En los sermones del Cantar de los Cantares, Bernardo de Clairvaux desarrolló las exploraciones más extensas y más conocidas en torno a la imagen de María como símbolo de la Iglesia y por lo tanto como la consorte de Cristo y, aunque algunos han visto este nuevo interés por María que floreció en el siglo doce como signo de una nueva dignidad atribuida a la mujer, debe notarse que Eva figura como una creación secundaria y derivada, como si fuera la hija, de su esposo Adán, y que como niña ingrata y esposa desobediente, ella carga con la responsabilidad de su gran caída, del destierro del Paraíso de aquél de quien ella obtuvo su ser. María, por otro lado, aparece como la madre de Cristo, quien es ambos, su esposo y su hijo. El comentario de Bernardo divide las diferentes funciones de la mujer en papeles incompatibles y mutuamente excluyentes y muestra la profundamente ambivalente actitud hacia la mujer y hacia las relaciones entre hombre y mujer, particularmente en el matrimonio. Bernardo concluye que el papel que María juega es aún más impactante por el hecho de que idealiza a una novia y consorte que es exactamente lo que ninguna mujer humana podría llegar a ser: esposa y amante, virgen y madre.
La idealización de las virtudes femeninas fue ampliamente difundida por los sermones, las canciones, la tradición oral, las pinturas y principalmente los libros. A lo largo de toda la Católica Edad Media la autoridad estaba en los libros y en los hombres que los escribían: monjes celosos de su deber, frailes y hermanos copiaban los textos sagrados con adoración al considerárseles depósitos de la verdad. Los libros, entonces, eran tesoros sagrados que estos hombres estaban dispuestos a defender hasta la muerte. Eran hombres de letras, y el libro era el logro cultural que los distinguía. Sin embargo, cuando el mundo fue sacudido por la peste bubónica –La Peste Negra de 1349 al 51-, misma que la vieja jerarquía de la Iglesia fue incapaz de detener, los sobrevivientes buscaron nuevas fuentes de autoridad, y un lugar en el que muchos de ellos empezaron a confiar fue su propia experiencia. Los peregrinos en el poema de Chaucer son todos sobrevivientes de ese cataclismo, hombres y mujeres nuevos en un mundo nuevo. Como el autor, Chaucer juega el papel del hombre-barco entre el viejo mundo y el nuevo. Con el cuento de la Esposa de Bath él trae a tierra un nuevo tipo de mujer, una mujer Renacentista que cree que nuestra experiencia aquí en la tierra es singularmente valiosa, un camino a la verdad y por lo tanto una autoridad por lo menos igual a la sabiduría humana acumulada en los libros. Esta creencia es lo que da forma a las primeras palabras de la Esposa de Bath:

La Experiencia, aunque no existiera libro
Que tratara del tema, es suficiente para mí
Al contar las penas que hay en el matrimonio…

Al comienzo de su prólogo, la Esposa de Bath argumenta que la experiencia y la sabiduría adquirida en el hogar son mejores guías en la vida que la literatura, las escrituras y la tradición. Ha tenido ya cinco maridos, e ignora la idea de que esto va en contra de los principios Cristianos (l. 15-23). El único principio Cristiano al que ella parece apegarse es aquél de “creced y multiplicaros” (l. 28). Ella cita el caso del Rey Salomón, que tuvo múltiples esposas, y desea que ella pudiera refrescarse tan seguido como el Rey (L. 28). Incluso le confía al grupo de peregrinos que ella espera con gusto la oportunidad de un sexto marido (l. 51). Ella también señala que Jesús nunca formuló ninguna ley sobre la virginidad (l. 65-120), y en esencia afirma que “nuestras partes” nos fueron dadas para ejercer la sexualidad y que debemos usarlas para eso (l. 121-168).
Con sus refutaciones contra las estrictas exigencias religiosas en torno a la castidad y la monogamia, la Esposa de Bath parece haber roto el cristal con el que era comparada en la Edad Media la inmaculada concepción de María: “un cristal a través del cual penetraba un rayo de sol sin romperlo”. Pero ella no para ahí, más tarde se queja de que las historias de la Biblia en las que se denigra a las mujeres fueron escritas por monjes que en su vida experimentaron lo que era tener una mujer, y que las historias serían muy diferentes si fueran las mujeres las que las escribieran (l. 694-702).
Hasta este punto en el Prólogo al Cuento de la Esposa de Bath los lectores ya simpatizamos con este personaje revolucionario y no podemos evitar unirnos a su cruzada para probar el valor de las mujeres. Sin embargo, su discurso contiene una serie de elementos inquietantes que se vuelven cada vez más evidentes a medida que ella avanza en el relato de cada uno de sus matrimonios y su comportamiento con sus maridos. De sus propios labios nos enteramos de cómo ella les negaba el sexo a sus maridos viejitos-pero-ricos hasta obtener de ellos las riquezas que podían asegurarle (l. 203-214/415-417), de cómo ella usaba la culpa y los celos contra ellos, además de otras técnicas de manipulación (l. 241-456). También nos cuenta cómo se vengó de su cuarto marido parrandero por tener una amante y de cómo ella le “dio una sopa de su propio chocolate” (l. 487-490). Ella incluso nos da lugar a sospechar que pudo haber tenido algo que ver con la muerte de este cuarto marido, pues nos cuenta que comenzó a ver a Jankin, su quinto esposo, cuando todavía el cuarto estaba vivo, Además está el hecho de que se casó casi inmediatamente después de haber enterrado a este cuarto e infiel marido (l. 593-638).
En lo que se refiere al quinto marido, la esposa de Bath nos cuenta que usó su fortuna para “comprar” a este joven erudito al que le doblaba la edad, bueno en la cama, pero fuera de ahí violento. Ella le cedió todas las propiedades que poseía, pero como él nunca la dejaba hacer su voluntad, se la pasaban peleando y él la golpeaba. Ella cuenta a los peregrinos cómo este quinto marido solía leerle citas y pasajes de la Historia Romana y de la Biblia que ejemplificaban cómo una esposa debería ser sumisa, y cómo ella rompió tres páginas de ese libro de esposas perversas, lo que provocó que él la golpeara tan fuerte en la cabeza que perdió el oído. Tras la pelea ella se fingió muerta, pero al resucitar él se sentía tan culpable que le cedió a ella toda la autoridad en el matrimonio. Luego cuenta que a partir de ese momento, ella fue buena con él pues él ya le había dado “lo que toda esposa en realidad anhela” (l. 717-834).
Después de escuchar el recuento que la Esposa de Bath hace de sus cinco matrimonios, no sabemos bien a bien qué pensar de este personaje. Cuesta trabajo decidir si la admiramos como la mujer fuerte e independiente que presume ser, o si nos asusta como la vieja arpía manipuladora y controladora que se deja ver en los hechos concretos. Al principio apoyamos su lucha en contra de la denigración de la mujer y en contra de los tabúes sobre la sexualidad de la mujer. Hasta sentimos ganas de quemar todos esos textos misóginos de los que ella habla; pero tras observar su comportamiento hacia sus maridos, más bien nos inclinamos a justificar, o por lo menos a entender por qué esos textos se escribieron.
Otro elemento perturbador en el Prólogo al Cuento de la Esposa de Bath es su manera de pensar acerca del matrimonio. Comienza por decir que nos va a contar sobre los infortunios del matrimonio, pero unas líneas después nos dice que “bienvenido sea el sexto marido”. Utiliza un vocabulario relacionado al comercio a lo largo de su prólogo cada vez que se refiere al matrimonio (l. 419-422, 450-455, 527-530). Estas líneas nos hacen creer al principio que ella está casi equiparando el matrimonio con la prostitución, pero luego entendemos que se refiere más bien a su concepción de “deuda” matrimonial y tendemos a ver sus manipulaciones como una astucia comercial. Entendemos que ella sólo reconoce el matrimonio por lo que realmente era en aquella época y lo que para ella significaba en sus circunstancias. De este modo entendemos que la Esposa de Bath no busca en realidad la igualdad de la mujer en el matrimonio, sino una condición en la que ella tenga el control sobre su esposo. Ella llega al punto de afirmar que sólo en los matrimonios en los que la esposa tiene el control sobre su marido se puede dar la verdadera felicidad. Según ella, Jankin, su quinto marido, quedó muy satisfecho con este acuerdo, pero si recordamos sus alardes previos dudamos poder creer en sus palabras. Su posición declara una sentencia ambigua: que el don de la soberanía instituye un estado en el que se puede lograr cierta interacción mutua, imposible cuando el marido tiene el dominio sobre la esposa. Sin embargo, su posición parece tan radical como la de los autores de esas páginas que ella rompió del libro de su quinto esposo.
El último elemento perturbador en este prólogo es el hecho de que la Esposa de Bath presume sus estrategias controladoras y manipuladoras, pero a la vez muestra que echo mano de ellas por necesidad. Le han tocado tan pocos beneficios en su condición que debe usar su sexualidad, la única buena arma que tiene, para ganar dominio sobre sus esposos. En su postura se deja ver que la Esposa de Bath está también en una posición bastante precaria. Ella utiliza sus aspavientos para ocultar el hecho de que, como una mujer ya entrada en años y que está perdiendo rápidamente su belleza –el único “activo” que puede contabilizar- está en riesgo de perder su lugar en la sociedad (l. 475-486).
Podemos fácilmente imaginar el disgusto por el que atravesó cuando se tuvo que casar con su primer marido viejo a la edad de doce años, pero debemos considerar que tal vez no tenía otra mejor opción, excepto el convento que, para una mujer de temperamento venéreo como el suyo, era una opción todavía peor. A pesar de sus alardes, percibimos que la Esposa de Bath pasó de una cárcel a otra en su segundo y tercer matrimonio. Más tarde, al finalmente estar en condiciones de casarse con un marido joven, éste le convierte la vida en un infierno con sus infidelidades y su falta de cariño. Después, cuando al fin ella encuentra un hombre que le proporciona una vida sexual satisfactoria, ella tuvo que sufrir su agresividad y su desprecio intelectual hacia las mujeres. De este modo, concluimos que esta idea de superioridad o soberanía que pretende hacernos creer que ejerció sobre sus cinco maridos es el verdadero “cuento de hadas” que se empeña en hacernos comprar.

Por Xavier Rosales Soto
Ensayo sobre el Prólogo al cuento de la Esposa de Bath
Agosto 23, 2008
http://xavier-rosales.blogspot.com/

Essay on THE HOBBIT, by J. R. R. Tolkien


According to Tzvetan Todorov, author of the book Introduction to Fantastic Literature, the fantastic, as a literary genre, does not last longer than a hesitation: this hesitation is common to both, readers and characters, who must decide whether what they perceive belongs or not to “reality”, as it exists in current opinion. At the end of the story, continues Todorov, the reader must make up his mind, if the character has not done it yet. If the reader chooses that the phenomena described in the story can be explained without violating the laws of reality, and these laws allow us to find an explanation, then we must say that that particular piece of literature belongs to the genre Todorov calls “the strange”. If, on the contrary, the reader chooses that it is necessary to accept new laws of Nature through which the phenomena can be explained, then we are in the genre Todorov calls “the marvelous”.
A novel such as THE HOBBIT, written by the English author J. R. R. Tolkien in 1937, whose protagonist is a Hobbit, that is, a fantastic creature, would obviously fall into the category of what Todorov calls “the marvelous” for, which laws of reality, as we know it, would help us to explain the existence of wizards, dwarves, hobbits, elves, orcs and other fantastic creatures? Moreover, how can we accept, within the logic of current opinion, the alliance of a wizard, thirteen dwarves and a hobbit in order to recuperate a mountain and a treasure that had been stolen from the dwarves’ forefathers by an even more fantastic creature, a dragon named Smaug?
Given the fact that THE HOBBIT is a fantasy novel written in the tradition of the fairy tale, trying to analyze to what extent the events or characters described in this story match Todorov’s ideas on the strange and the marvelous seems like an idle task. However, if we consider the quotation Todorov uses to finish his chapter about “the strange and the marvelous”, which was taken from Le miroir du merveilleux by Pierre Mabille, we can start considering our analysis a worthy task:
Beyond the amusement, the curiosity, and all the emotions that narrations, tales and legends give us, beyond the necessity for distraction or forgetfulness, or the search for pleasant and terrifying experiences, the real aim of the marvelous journey is…the deeper exploration of universal reality.
In other words, if we consider the characters in this novel as allegories of the different human races, and their deeds and their passions as a metaphor of what we are as a human race, then we start having more room to analyze how Todorov’s concepts can be applied to this particular novel because, even within the frames of the strange and the marvelous, Todorov discriminates among different levels of strange and different levels of marvelous, depending on the type of explanation that we find, if any, for what at first seemed supernatural. To review those categories and to find suitable examples in Tolkien’s THE HOBBIT will be the main purpose of this paper.
There are at least ten instances of magical moments in the Hobbit’s story that we can analyze to see to what extent they match Todorov’s concepts on the fantastic; that is, the strange and the marvelous. The first instance of supernatural events occurs in chapter two, when Gandalf, the wizard, disappears while the dwarves get themselves into trouble with the trolls. So far, the only evidence of his magical powers had been the light he made come from his staff in Bilbo’s home. But now, Gandalf hides and uses his voice to cause trouble between the trolls, delaying them long enough as to defeat them when the sun rises and turns the trolls into stone.
This passage would correspond to a sub-category that Todorov names “pure marvelous”, which he uses to classify those supernatural elements that do not provoke any particular reaction neither in the characters, nor in the implicit reader. He says that the distinguishing feature of the marvelous is not an attitude towards the events being described, but the nature of those events. It is true that Gandalf’s disappearing and his suddenly appearing voice provokes a reaction of confusion among the trolls, who fight among themselves as a result of Gandalf’s tricks, but for the readers it is accepted as a normal thing that a wizard should disappear and reappear at will. So we do not even try to explain his being invisible within the frames of reality, as we know it.
If we wanted to find an explanation for Gandalf’s ability to become invisible, then the passage would fall into what Todorov calls “the fantastic strange”, which is another sub-category of the fantastic in which the events that seemed supernatural during the narration, finally receive a rational explanation. But the trolls do not have time to consider that the confusing force that makes them fight is a wizard. Neither Tolkien tries to explain Gandalf’s abilities, nor do we readers search for an explanation of his powers. On the contrary, we accept a wizard’s powers are not to be explained by any means. Thus, we remain in the field of the “pure marvelous”.
Another passage of THE HOBBIT that belongs to the “pure marvelous” occurs when Gandalf disappears again after hearing Bilbo’s cry. Gandalf stays hidden in the shadows and sneaks along to the chamber of the great hall. When the Great Goblin decides to have the dwarves killed, Gandalf extinguishes the fire that lights the hall and kills the Great Goblin with a sword. Then, he shouts to the dwarves and Bilbo, and leads them into the deep tunnels with a pale light from his staff.
Gandalf’s light in his staff leads us to another sub-category of the marvelous, which Todorov calls “instrumental marvelous”. This concept is used to classify those events in which little gadgets appear, some technical advances that are impossible to exist in the described age, but which are, after all, possible. In this category we should include not only Gandalf’s staff, which would be nothing but a lantern in our days, but also, the swords that Gandalf and Thorin take from the cave of the trolls, and specially the magic ring that makes it possible for Bilbo to rescue his friends. This ring confers the bearer invisibility, and allows Bilbo to stay invisible for weeks while he wanders around the elves’ caverns until he comes up with a plan to rescue his friends.
Now, the ring that Bilbo finds is undoubtedly magic, since it makes the wearer invisible. But there are tacit side effects, however, which make people very upset when they lose it. Let us take Gollum as an example, he is enraged when he cannot find it, and even Bilbo feels an unexplained pang of loss when he thinks he has misplaced it. But Gollum’s story would be closer to that category Todorov calls the “pure strange”, which he uses to identify those events that can be explained by the laws of reason, but which are incredible, extraordinary, shocking, singular, disturbing or unbelievable. In this category we should include all characters in an exceptional situation, either in the external or in the psychological level.
It is true that, even until the end of the Hobbit’s novel we consider Gollum as a fantastic creature. It is until we read the second chapter of “The Fellowship of the Ring” that we learn that Gollum was originally a hobbit that committed murder against his friend Déagol in order to posses the ring. Then we understand why, after he had lived in a little dark cave for years, he suffered such a physical and internal transformation. Before knowing this, we consider Gollum a fantastic creature, just like the wizard and the hobbit. After knowing that, we classify Gollum among the “pure strange” characters, who stand for exceptions in Nature.
Now, I wonder if we could include Beorn’s story under this category. He is a man who is able to turn himself into a bear at will. He changes his physical form when facing danger. But since we are never given an explanation of why he is able to transform himself, I guess we should leave this character among the “pure marvelous” events which are not to be explained.
Another sub-category of the marvelous is known by Todorov as the “exotic marvelous”, and this concept is used to classify the events which are described as supernatural, without representing them as such. It is assumed that the implicit receiver is not familiar with the region where the events take place; therefore, there is no reason why we should question them. It implies a mixture of natural and supernatural events. In this category we could include the passage of the Mirkwood, with the stream of forgetfulness that makes Bombur forget all about his journey. We could argue that it is impossible that a person (or a dwarf) should forget everything after a dip in a river, but since we do not that place called Mirkwood we have no grounds to state that such thing is fantastic, thus we must accept the event as “exotic marvelous”. The same happens with the events described later in that chapter, the dwarves are teased by the elves every time they try to reach their banquet scenes. At first the dwarves do not know why the torches turn on and off. They are confused and lost to the point they think some sort of magic charms the place. This is only possible because of the fact that the dwarves do not know the place they are approaching, so they consider the events as marvelous, but later they learn it was only the elves’ strategy to confuse them.
The thrush, or magic bird, that flies all the way to Esgaroth and tells Bard how to kill the dragon could also be considered among those creatures belonging to an unknown land of which neither readers or characters know anything about. Therefore we classify him among the “exotic marvelous”, and we accept it as normal when we learn that the thrush tells Bard how to kill the dragon.
Under the category of what Todorov calls “the scientific marvelous”, to refer to supernatural events that can be explained in a rational way, but on the grounds of laws that current science does not accept, we could list the map to Lonely Mountain, which is inscribed with letters that show themselves only in the light of the moon at a certain time of the year. Here we could also enlist the secret entrance to the mountain, which would not open until the moonlight shone at the right day and time to show the keyhole, along with the doors of the caverns which would only open for elves. These scientific advances were probably fantastic when THE HOBBIT was first published, but in our days we know of invisible ink, of pyramids receiving a particular sun-light in specific dates of the year, and of doors that can be opened or closed as a response to a voice code. Therefore, we would not consider these events as fantastic, although within the frames of this particular fiction, they still seem as marvelous.

Essay on THE HOBBIT, by J. R. R. Tolkien
By Xavier Rosales Soto
November 15,2007
http://xavier-rosales.blogspot.com

Essay on “The Lord of the Rings”: Tolkien's Geography.


A lot has been said about Tolkien’s geography. Maps have been created and even video and computer games have been launched to take the players through the intricate designs of Middle-earth. Scholars and critics keep on wondering where Middle-earth is, and they still struggle to find associations between the locations of Tolkien’s romance and real, tangible places in England or Europe. Tolkien’s detractors have even blamed his long descriptions of landscape for what they call “a slow development of events” and a “loss of rhythm” in Tolkien’s narrative. But, what people who dislike Tolkien’s detailed pictures of landscape do not seem to be considering is how these descriptions help the author to paint, and the reader to understand, the inner state of the main characters in this epic narration.
As W. H. Auden said, “quest narratives like Tolkien’s use the image of the physical journey as a symbolic description of human experience.” In other words, these descriptions are not there just for the sake of filling in pages and enlarging the story so that publishers can sell more books. On the contrary, the landscape is there to reflect the stage of the spiritual journey the protagonists are going through. If Tolkien takes so much effort in giving his readers so many details of the realm’s geography is because his mapping and his intricate designs have a special significance, for each land that our heroes traverse is analogous to the travelers’ experiences.
The first and perhaps more obvious chapter in which the description of the landscape seems to correspond to the protagonists’ spiritual state is that of “Minas Tirith”. The great city and fortress of Gondor, situated on the border with Mordor, seems to have decayed because of the spiritual depravity of its ruler, Denethor, who allows the evil lies of the Palantír to convince him that he is incapable of saving Minas Tirith from Mordor’s power. Minas Tirith also symbolizes the precarious condition of the West in the conflict against Mordor. As a city, Minas Tirith evokes a sense of human history and the hope of future progress. Its survival determines the survival of humankind. The white walls of Minas Tirith, organized into the beauty and order of seven concentric circles, symbolize the ability for moral choice among the dwellers of the West. The white exterior can be damaged or preserved, but the physical condition of the ailing King is mirrored in the barrenness of the land. In fact, Sauron’s corrupting influence over Denethor has caused the walls of Minas Tirith to deteriorate; and for the same reason, the White Tree, the city’s symbol, remains broken until Aragorn’s rise to the throne.
Similarly, the chapter named “The Old Forest”, in book One (The Fellowship of the Ring), seems to highlight, with Tolkien’s descriptions of the landscape, the initial bewilderment of the Hobbits who, in spite of their doubts and fears, are still eager for adventure. The variety and complexity of the many trees and vegetation of the Old Forest seems to portrait the mixture of feelings the Hobbits are experimenting. First, their fear and curiosity for the unknown is expressed in their own words: “But the Forest is queer. Everything in it is very much more alive, more aware of what is going on… but something makes paths. Whenever one comes inside one finds open tracks; but they seem to shift and change from time to time in a queer fashion…” Later, their confusion is depicted by the landscape:
The hobbits now left the tunnel-gate and rode across the wide hollow. On the far side was a faint path leading up on to the floor of the Forest, a hundred yards and more beyond the Hedge; but it vanished as soon as it brought them under the trees. Looking back they could see the dark line of the Hedge through the stems of trees that were already thick about them. Looking ahead they could see only tree-trunks of innumerable sizes and shapes: straight or bent, twisted, leaning, squat or slender, smooth or gnarled and branched; and all the stems were green or gray with moss and slimy, shaggy growths.
It does not take long before we readers learn how this environment affects our heroes: “For the moment there was no whispering or movement among the branches; but they all got an uncomfortable feeling that they were being watched with disapproval, deepening to dislike and even enmity.” Even as Frodo tries to cheer them up with a song, the landscape is so overwhelming that he fails in his intent: “He spoke cheerfully, and if he felt any great anxiety, he did not show it. The others did not answer. They were depressed. A heavy weight was settling steadily on Frodo’s heart, and he regretted now with every step forward that he had ever thought of challenging the menace of the trees.”
The description Celborn makes of the Anduin River in the first book, chapter named “Farewell to Lórien”, seems to work as an omen of the tough choices Frodo will have to make in the following stage regarding the future of the fellowship: “As you go down the river… you will find that the trees will fail, and you will come to a barren country… a wide region of sluggish fen where the stream becomes tortuous and much divided.” But his premonitory words were nothing compared to reality and how it impacted our heroes, for, in the chapter about “The Great River” we learn how the company went on the third day of their voyage through lands that changed slowly where…
”the trees thinned and failed altogether. On the eastern bank to their left they saw long formless slopes stretching up and away toward the sky; brown and withered they looked, as if fire had passed over them, leaving no living blade of green: an unfriendly waste without even a broken tree or a bold stone to relieve the emptiness. They had come to the Brown lands that lay, vast and desolate, between Southern Mirkwood and the hills of the Emyn Muil. What pestilence or war or evil deed of the Enemy had so blasted all that region even Aragorn could not tell.”
The landscape is coherent with the hard decisions the fellowship has to make since Boromir has been trying mightily to convince the Company to make for Minas Tirith, while the rest of them remain undecided about pushing on further towards Mordor, where the Ring must ultimately go.
In Book VI, Mordor’s wretched lands mirror the evil of Sauron. First the Fortress of Sauron, Barad-dur, whose cruel pinnacles and iron crown at the topmost were the seat of Sauron’s piercing eye, left our heroes hopeless when the shadows finally allowed them to get a glaze of it. Then, in Morgul Pass, that “deep gulf of shadow” which led to the walls and tower of Minas Morgul, we are told how “even the moon light wavering and blowing like a noisome exhalation of decay, a corpse light, a light that illuminated nothing” seemed to our heroes like the demented forms in an uneasy dream. The effect this scenery has in the protagonists becomes evident in the following lines: “They felt their senses reeling and their minds darkening as a faint sickening channel-smell, an odour of rottenness filled the air.”
It would be interesting to analyze how Mordor’s topography parallels also the physical and mental gradual destitution of the Ring-bearer, or how Mount Doom itself symbolizes the spiritual ascent that Frodo and Sam must make to destroy the Ring. But for the sake of brevity, let us simply emphasize by now, specially for those who complain that much of Tolkien’s narrations consist on the Company walking through countryside, how Tolkien’s eye for scenery, and his talent for making the scenery reflect mood, make the natural environment almost another character in itself, whether it is the sleepy Shire, the enchanted Lothlórien, or the bleak Brown Lands.
Each land through which the Company passes has its own topography and its flora and fauna. Such descriptions of landscape allow Tolkien, not to demonstrate how thoroughly he has thought out his realm of Middle-earth –we are sure that was not his intention, but each river the party fords and each mountain range they cross is there to provide the readers a sort of bird’s-eye view all along the way. Besides, the maps which add an aura of the arcane, as if we were poring over an ancient manuscript, give the sense that the novel is a record of a past age and place, without which, we would probably get a feeling of incessant slog through unending terrain.

TOLKIEN’S GEOGRAPHY
By XAVIER ROSALES SOTO
Essay on “The Lord of the Rings”
December 2007
http://xavier-rosales.blogspot.com

Traducción: El pecado de Sodoma (Daniel A. Helminiak). Presentado por Carlos Monsiváis (La Biblia y la homosexualidad)


Carlos Monsiváis

La Biblia y la homosexualidad

El texto que hoy publica La Jornada Semanal, en la traducción de Xavier Rosales, pertenece a otro de los alegatos en torno a la Biblia, el libro de libros de la cultura judeocristiana, y a la homosexualidad, que ha pasado socialmente de "abominación a los ojos del Señor" a peca-do sin remisión a enfermedad punible a desarreglo de los sentidos a opción sexual legítima que ya cuenta con derechos matrimoniales en cuatro países, y con una gran industria cultural adjunta. Sin embargo, El Vaticano, primero con Juan Pablo ii y luego Benedicto xvi, insiste en la condena y en el respeto a los homosexuales "sólo si se abstienen de ejercer su inclinación pecaminosa".

¿Por qué esa obstinación de la Iglesia católica y del fundamentalismo cristiano en general que, como señala el texto presente y muchos otros, proviene de una lectura interesada y falsa de la Biblia? Desde fuera, sólo se advierte el ejercicio de la intolerancia y la profundidad de los prejuicios. En Hechos de los Apóstoles, capítulo 17 versículo 21, San Pablo se burla de la moda: "Entonces todos los atenienses y los huéspedes extranjeros, en ninguna otra cosa entendían sino o en decir o en oír alguna cosa nueva." Algo similar y distinto podría ahora decirse de los teólogos conservadores: "...en ninguna otra cosa entendían sino o en decir o en oír alguna cosa vieja". Al decretarse el cánon bíblico en el Concilio de Trento en 1546, se produce la interpretación inmodificable de la Biblia, y a los creyentes y los gobiernos, sólo les toca callar y obedecer.

En un libro extraordinario, Christianity, Social Tolerance and Homosexuality (University of Chicago Press, 1980), John Boswell analiza con cuidado el castigo del fuego que arrasa a Sodoma y Gomorra, las "ciudades de la llanura". Boswell demuestra con citas bíblicas que el pecado genuino de Sodoma fue la falta de hospitalidad y la soberbia. En el libro del profeta Ezequiel (capítulo 16, versículos 49 a 52), la índole del pecado es inequívoca. El profeta reprende a la ciudad de Jerusalén ("ramera... mujer adúltera, multiplicadora de fornicaciones..."), y señala la culpa de Sodoma:

He aquí que esta fue la maldad de Sodoma tu hermana: soberbia, hartura de pan y abundancia de ociosidad tuvo ella y sus hijas; y no corroboró la mano del afligido y del menesteroso.

Y Jesucristo corrobora esta versión en el Evangelio según San Mateo, capítulo 10, versículos 14 y 15:

Y cualquiera que no os recibiere ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies.

De cierto os digo, que el castigo será más tolerable a la tierra de los de Sodoma y de los de Gomorra en el día del juicio que a aquella ciudad.

La controversia ha persistido en estos años y las exégesis bíblicas que relativizan o disminuyen el peso de la condena a los sodomitas, se inutilizan ante el dictamen papal: la homosexualidad es intrínsecamente perversa. El debate, por la condición de las sociedades del mundo judeocristiano, va más allá del absoluto de la teocracia y repercute en la vida cotidiana de muchísimos. Por eso, vale la pena examinar la raíz del prejuicio y sus consecuencias dictatoriales.

Daniel A. Helminiak

El pecado de Sodoma*

La historia de Sodoma es quizás el pasaje de la Biblia más famoso que toca el tema de la homosexualidad, o que por lo menos se dice que toca el tema.

Esta historia se encuentra en el libro del Génesis, capítulo 19, versos 1 al 11:

Los dos ángeles vinieron a Sodoma en la noche; y Lot estaba sentado en las puertas de Sodoma. Cuando Lot los vio, se levantó para encontrarlos y los saludó poniendo la cabeza en el suelo. Él dijo: Por favor, mis señores, vengan a la casa de su sirviente y pasen la noche y laven sus pies; después se podrán levantar por la mañana y seguir su camino. Ellos dijeron: No, pasaremos la noche en la plaza. Pero él les insistió con vehemencia; así, ellos le acompañaron y entraron en su casa; y él les hizo un festín, y les preparó pan sin levadura y ellos lo comieron. Pero antes de que se acostaran, los hombres de la ciudad, los hombres de Sodoma, tanto jóvenes como viejos, toda la gente hasta el último hombre, rodearon la casa y llamaron a Lot: ¿Dónde están los hombres que vinieron contigo esta noche? Tráenoslos afuera, para que los conozcamos. Lot salió a la puerta, la cerró tras de sí, y dijo: Les suplico, mis hermanos, no actúen tan perversamente.

Miren, tengo dos hijas que no han conocido hombre; déjenme traérselas y háganles lo que quieran; pero no hagan nada a estos hombres, pues ellos han venido bajo la protección de mi techo. Pero ellos contestaron: ¡Apártate! Y dijeron: ¡Este tipo vino aquí como un extranjero (Lot no era originalmente de Sodoma), y él hará el papel de juez! Ahora te trataremos a ti peor que a ellos. Acto seguido ellos presionaron a Lot contra la puerta e intentaron romperla. Pero los hombres de adentro sacaron sus manos y metieron a Lot con ellos dentro de la casa, y cerraron la puerta. Y ellos dejaron ciegos a los hombres que estaban en la puerta de la casa, tanto chicos como grandes, de tal modo que fueron incapaces de encontrar la puerta.

Los ángeles visitantes luego advirtieron a Lot que Dios iba a destruir Sodoma en una lluvia de fuego y azufre. Así, Lot y su familia escaparon del pueblo. Sin embargo, la esposa de Lot desobedeció la orden de no mirar hacia atrás y fue convertida en una estatua de sal. Sodoma y su vecina Gomorra fueron destruidas, y he aquí que el humo de la tierra subía como el humo de un horno ardiente (19:28).

Una interpretación común de la historia

Desde aproximadamente el siglo xii, esta historia ha sido comúnmente tomada para condenar la homosexuali-dad. La mera palabra sodomita fue to--mada para referirse a alguien que se involucra en sexo anal, y el pecado de Sodoma se interpretó como actos homoge-nitales masculinos. De ese modo supuestamente Dios condenó y casti--gó a los ciudadanos de Sodoma, los sodomitas, por actividad homogenital.

¿Qué significa conocer?

Ciertamente hay una clara referencia sexual en la historia. Lot ofrece a sus hijas como objetos sexuales a los hombres que se amontonaban en su puerta.

Sus hijas eran vírgenes, Lot dijo que no conocían hombre alguno. En la Biblia, "conocer" algunas veces significa tener relación sexual. Ese es el significado de la palabra en el Testamento Cristiano (también conocido como el Nuevo Testamento) en el que el ángel dijo a María que ella sería la madre de Jesús. María se preguntó, "¿Cómo puede eso suceder si yo no he conocido hombre?" (Lucas 1:34) El verbo conocer aparece más o menos unas 943 veces en el Testamento Hebreo (también conocido como Viejo Testamento). En diez de esos casos la palabra tiene una connotación sexual. Este texto es una de esas diez.

Resulta impresionante pensar que Lot hubiera ofrecido sus hijas a los sodomitas. Este es un buen ejemplo de cuán diferente era la cultura de Lot con respecto a la nuestra. En aquel tiempo el padre de la casa realmente poseía a las mujeres. Ellas eran de su propiedad. Él era libre de hacer con ellas casi cualquier cosa que quisiera. Hubiera sido muy costoso para Lot dar sus hijas a aquellos hombres, financieramente costoso, puesto que nadie hubiera querido casarse con aquellas mujeres ya usadas. Es sorprendente que Lot prefiriera dejar que aquellos hombres violaran a sus hijas antes que dejarles abusar de sus huéspedes.

¿Qué querían los hombres de Sodoma con los dos visitantes de Lot? Ellos decían que querían conocerlos. Algunos interpretan esto como que los hombres querían tener sexo con los visitantes. El hecho de que Lot ofrezca a sus hijas para el sexo en vez de sus visitantes masculinos, ciertamente indica algo así. Sin embargo, otros argumentan que la palabra "conocer" no necesariamente se refiere a sexo. Puede simplemente ser que los hombres de Sodoma querían descubrir quiénes eran estos extranjeros y qué estaban haciendo en su pueblo. Después de todo, Lot no era nativo de Sodoma. Él también era un extranjero. La gente del pueblo no estaba contenta con que se invitara extraños al pueblo.

En última instancia no hay manera de estar absolutamente seguros de si este texto se refiere a actos homogenitales o no. De hecho, la mayoría de los expertos cree que sí. Lo que es seguro es que este texto se refiere al abuso, no simplemente al sexo.

Como veremos más adelante, en las muchas referencias bíblicas al pecado de Sodoma no hay preocupación alguna acerca de la homogenitalidad, pero sí hay preocupación acerca de la dureza de corazón y del abuso. Aceptando que la palabra "conocer" realmente tenga una connotación sexual aquí, lo que está en cuestión es el abuso de un hombre hacia otro hombre, no simplemente el sexo de un hombre con otro hombre.

El deber de la hospitalidad

¿Por qué Lot habría estado dispuesto a exponer a sus hijas a violación? ¿Por qué Lot se habría de oponer a que los del pueblo interrogaran y abusaran de sus visitantes? Lot era un hombre justo o, como las Escrituras dicen, un hombre correcto. Él hizo lo que era correcto, lo mejor que pudo. De toda la gente de Sodoma, solo él tuvo la amabilidad de invitar a los viajeros a pasar la noche.

En campo desértico, donde descansa Sodoma, quedarse afuera expuesto al frío de la noche podría ser fatal. Así pues, una regla cardinal para la sociedad de Lot era ofrecer hospitalidad a los viajeros. La misma regla era una parte tradicional en las culturas semita y arábica. Esta regla era tan estricta que nadie podía dañar siquiera a un enemigo a quien se había ofrecido refugio para la noche. Así que, haciendo lo que era correcto, siguiendo la Ley de Dios como él la entendía, Lot se negó a exponer a sus huéspedes al abuso por parte de los hombres de Sodoma. Haberlo hecho hubiera sido violar la ley de la sagrada hospitalidad.

El significado del sexo anal masculino

Si, además, los sodomitas querían sexo con los visitantes a su pueblo, la ofensa contra ellos habría sido multiplicada. Puesto que forzar el sexo entre hombres era una manera de humillarlos. Durante la guerra, por ejemplo, además de vio-lar a las mujeres y sacrificar a los niños, los vencedores a menudo sodomizaban a los soldados vencidos. La idea era insultar a los hombres al tratarlos como mujeres. Así, la esencia de la práctica del sexo anal masculino era la noción de que los hombres deberían ser machos y que las mujeres eran inferiores, piezas de propiedad al servicio de los hombres.

De hecho, a través de toda la historia occidental, una razón primordial para oponerse al sexo anal entre hombres era que, supuestamente, su práctica hacía a un hombre actuar como una mujer. San Juan Crisóstomo en Oriente, San Agustín en Occidente en el siglo v y Peter Cantor en el xii, declarados oponentes cristianos de la homogenitalidad, esgrimieron ese argumento.

San Agustin escribió: "El cuerpo de un hombre es tan superior al de una mujer como el alma lo es del cuerpo." Ser la parte activa era generalmente más aceptado, pero ser la parte receptiva era considerado inhumano.

Evidentemente la objeción era más hacia que el hombre fuera afeminado a que tuviera sexo con otro hombre.

El pecado de Sodoma

¿Entonces cuál era el pecado de Sodoma? Abuso y ofensa contra extranjeros.

Insulto al viajero. Inhospitalidad hacia el necesitado. Este es el meollo de la historia entendida en su propio contexto histórico. Cuando la violación de un hombre a otro hombre se vuelve parte de la historia, la ofensa añadida es abuso sexual, gran insulto y humillación en los tiempos de Lot y en los nuestros. La historia completa y su cultura dejan claro que el autor no estaba preocupado por el sexo en sí, y era irrelevante si el sexo era hetero u homosexual. En lugar de sus huéspedes masculinos, sin pensarlo dos veces Lot ofreció a sus hijas. El punto de la historia no es ética sexual. La historia de Sodoma no trata más sobre sexo que de golpear la puerta de alguien. En la historia de So-doma, ambos, el sexo y golpear puertas son incidentales en relación con el punto principal de la historia. El punto es abuso y asalto, en cualquier forma que éstos tomen. Usar este texto para condenar la homosexualidad es usar mal este texto.

Jueces 19 cuenta otra historia que es un obvio paralelo a la historia de Sodoma. Un Levita que viajaba con su sirviente y concubina necesitaba refugio para la noche. Se sentó en la plaza del pueblo de Gibea. Nadie le ofreció hospitalidad, excepto un extranjero que vivía en ese pueblo.

Cuando todos estaban dentro, los hombres del pueblo asaltaron la casa y demandaron tener sexo con el Levita. Al igual que Lot, el anfitrión protestó: "No, mis hermanos, no actúen tan perversamente, pues este hombre es mi huésped, no hagan cosa tan mala." El anfitrión ofreció a su hija virgen a los hombres del pueblo, pero ellos no la quisieron. Luego el Levita sacó a su concubina, y los hombres del pueblo la violaron durante toda la noche. En la mañana ella yacía muerta en la puerta de la casa. En castigo, todas las tribus de Israel reunieron un ejército y destruyeron el pueblo de Gibea.

Claramente, la historia de la concubina del Levita es indiferente a homosexualidad o heterosexualidad, como lo es la historia de Sodoma. Un hombre o una mujer servirían como objetos sexuales igualmente válidos. Y la violación en cualquier caso era igualmente atroz. La orientación sexual no es el punto. De hecho, tampoco lo es el sexo. En ambas historias, el asalto sexual sólo sirve para subrayar la perversidad de la gente del pueblo.

La gente de Gibea y de Sodoma son condenados por su mezquindad, crueldad y abuso. No la homosexualidad si-no la dureza de corazón es la ofensa de Gibea y de Sodoma.

El entendimiento propio de la Biblia sobre el pecado de Sodoma

Esa es la conclusión que sigue de una lectura crítica de la historia de Sodoma. Pero en este caso particular el significado del texto es obvio a partir de otras partes de la Biblia. La Biblia a menudo se refiere a la historia de Sodoma y dice francamente cuál fue el pecado de Sodoma.

El profeta Ezequiel (16:48-49) sentencia el caso sencillamente: "Esta fue la culpa de su hermana Sodoma: ella y sus hijas tenían orgullo, exceso de comida y próspera tranquilidad, pero no ayudaron al pobre y al necesitado."

El pecado de los sodomitas fue que ellos se rehusaron a hospedar a los viajeros necesitados.

A algunas personas le gustaría ver homosexualidad en ese texto, y señalan que la palabra "abominación" aparece a lo largo de este capítulo de Ezequiel y aun en el verso 50, justo después del verso acerca de Sodoma. Entienden esto como si se refiriera a la abominación de Levítico 18:22: "No te acostarás con un hombre del mismo modo que con una mujer; es abominación."

Pero en las Escrituras Hebreas la palabra abominación es usada para referirse a muchas cosas. La abominación en cuestión aquí es el adulterio y la prostitución de Jerusalén, y estas palabras son usadas simbólicamente. No se refieren a actos sexuales sino a idolatría, a la infidelidad de Israel hacia Dios, y al sacrificio de niños y al crimen.

Aun cuando el verso 50 menciona cosas abominables y se refiere a Sodoma, el verso 49 dice exactamente cuáles eran las cosas abominables en este caso.

Dice claramente cuál era la perversión de Sodoma y el sexo entre hombres no es mencionado. El capítulo 16 de Ezequiel trata claramente acerca de otras cosas.

De acuerdo a Sabiduría 19:13, el pecado de Sodoma era un amargo odio a los extraños y hacer esclavos de huéspedes que fueron benefactores.

Recordemos que los extraños, los huéspedes, eran en realidad ángeles en misión de Dios. El pecado fue tratarlos abusivamente. La referencia a hacer esclavos de huéspedes puede remitir a la práctica común en esos días en que el amo de una casa podía usar libremente a los esclavos para propósitos sexuales. Pero, otra vez, la ofensa no estaba en tener relaciones sexuales, ni siquiera en mantenerlos como esclavos, sino en aprovecharse, rebajar y abusar de otros.

Hasta Jesús hace referencia a Sodoma y el tema es el rechazo a los mensajeros de Dios:

Estos doce envió Jesús con las siguientes instrucciones:

...Cualquier pueblo o villa en la que entren, entérense de quién en ella es valioso, y quédense ahí hasta el último momento... Si para alguien no son bienvenidos, o alguien no escucha sus palabras, sacúdanse el polvo de sus pies al dejar esa casa o pueblo. En verdad les digo que el día del juicio será más tolerable para Sodoma y Gomorra que para ese pueblo. (Mateo 10:5-15)

¿Cuál es la referencia en este incidente del Evangelio? No hay referencia al sexo. Pero hay una clara referencia al rechazo de los mensajeros de Dios.

El paralelo entre el Evangelio y So-doma es el corazón cerrado que rechaza al extranjero, la perversidad que no recibirá a los heraldos de Dios. Hay otras referencias bíblicas menos directas a Sodoma: Isaías 1:10-17 y 3:9, Jeremías 23:14 y Zefania 2:8-11. Los pecados enlistados en esos pasajes son injusticia, opresión, parcialidad, adulterio, mentiras y alentar a los malhechores.

El adulterio es el único pecado sexual en esa lista, y aun en este caso el sexo en sí mismo no es la preocupación. En la mentalidad del Testamento Hebreo, el adulterio no es una ofensa contra una mujer ni contra la intimidad del matrimonio ni contra los requerimientos inherentes del sexo.

El adulterio es una ofensa a la justicia. El adulterio ofende al hombre a quien la mujer pertenece. El adulterio es el mal uso de la propiedad de otro hombre.

La Biblia comúnmente usa a Sodoma como ejemplo de la peor maldad, pero la preocupación nunca es simplemente el acto sexual. ¡Oh, cuánta estrechez mental sería eso! La menor preocupación de todas es la de los actos homogenitales.

El pecado de Sodoma hoy

Incluso Jesús entendió el pecado de Sodoma como el pecado de inhospitalidad. Otros pasajes de la Biblia están ahí para subrayarlo. Aun así la gente continúa citando la historia de Sodoma para condenar a la gente gay o lésbica.

Hay una triste ironía en la historia de Sodoma cuando la entendemos en su verdadero contexto histórico. La gente se opone y abusa de los hombres homosexuales por ser diferentes, raros, extraños o, como dicen, torcidos.

A las mujeres lesbianas y a los hombres gay simplemente no se les permite encajar. Se les destina a ser forasteros, aliens, extranjeros en nuestra sociedad. Sus familias los desheredan, se les separa de sus hijos, se les despide de sus trabajos, se les echa de sus departamentos o vecindarios, son insultados por figuras públicas, denunciados desde el púlpito, envilecidos en la radio y la tv, y luego golpeados en las escuelas y asesinados en las calles y en las regiones rurales de nuestra nación (Estados Unidos, n. del e.). Todo esto se hace en nombre de la religión y de la supuesta moral judeocristiana.

Tal perversidad es el mismísimo pecado del cual la gente de Sodoma fue culpable. Tal crueldad es lo que la Biblia realmente condena una y otra vez.

Así que aquellos que se oponen a la homosexualidad debido al supuesto pecado de Sodoma, podrían ser ellos mismos los verdaderos sodomitas en el estricto sentido de la Biblia.

------------

* Capítulo del libro What the Bible really says about homosexuality (Lo que realmente dice la Biblia sobre la homosexualidad), de Daniel A. Helminiak, publicado por Alamo Square Press, New Jersey, EUA, 2000 (sin traducción aún al castellano).

Traducción de Xavier Rosales Soto

Helminiak, un sacerdote católico romano, ha hecho lecturas cuidadosas del conocimiento bíblico erudito sobre la homosexualidad. En tanto que nos alerta a no interpretar las enseñanzas bíblicas como la última palabra en ética sexual, enfatiza en la necesidad de un entendimiento adecuado de lo que son las verdades bíblicas y concluye que la Biblia no provee bases reales para la condena de la homosexualidad. Usando los estudios en Yale de John Boswel ("Uniones del mismo sexo en la Europa premoderna", Library Journal 7/94) y del profesor del seminario sobre Nuevo Testamento L. William Countryman, entre otros, Helminiak examina la historia de Sodoma (donde el pecado fue la inhospitalidad, no la homosexualidad), la condena de Judas sobre el sexo con ángeles y cinco textos —Levítico 18:22 y 20:13, Romanos 1:27, Corintios I 6:9 y Timoteo 1:10—, todos los cuales, él concluye, tienen que ver con algo más que meras relaciones homogenitales.

Creyendo que las traducciones de la Biblia que se utilizan son la palabra infalible de Dios, algunos cristianos citan un puñado de sus pasajes para justificar su condena a la homosexualidad. Pero el conocimiento erudito bíblico moderno sostiene que las concepciones de estos creyentes sobre dicha infalibilidad está cimentada inocentemente, ya que las versiones traducidas de las escrituras originales en hebreo y griego están llenas de problemas de interpretación. Algunos académicos van más lejos y sostienen que los pasajes supuestamente antihomosexuales no son condenas encubiertas a personas o actos homosexuales. Ciertamente, en algunos casos, estos versos no se refieren en lo absoluto a la homosexualidad; significan cosas muy diferentes para aquellos a quienes fueron escritos, personas cuyas concepciones sociales sobre la sexualidad eran inmensamente diferentes que las nuestras.

Helminiak provee convincentes y accesibles datos sobre estos hallazgos revisionistas en los seis mayores pasajes de la Biblia y unas cuantas referencias que parecen condenar la homosexualidad. La Biblia no condena el sexo gay como lo entendemos hoy, concluye. Aquellos que buscan conocer francamente si el sexo lésbico o gay es bueno o maligno... tendrán que buscar la respuesta en otro lado...

Publicados en Library Journal

Fuentes:
Publicado originalmente en la lista de correo ANDROIA, espiritualidad gay.
http://espanol.groups.yahoo.com/group/androia/message/469
La Jornada Semanal, domingo 29 de enero de 2006, núm. 569.
http://www.jornada.unam.mx/2006/01/29/sem-cara.html
http://xavier-rosales.blogspot.com/

Experiencia como actor

CURRICULUM VITAE







Fecha de nacimiento:

30 de diciembre de 1967.

Lugar de nacimiento:

Gómez Palacio, Durango, México.

Idiomas:

Español e Inglés.

Estudios profesionales:

Otros estudios:

Centro Universitario de Teatro/UNAM.

(1989-93)

Dirección escénica/Casa del Teatro, A. C.

Letras Inglesas/UNAM

EXPERIENCIA COMO ACTOR EN TEATRO

1990

“El Burgués Gentilhombre”, de Moliere, dirigida por Enrique Esquivel.

Teatro Isauro Martínez/ INBA.

1991

“Fotografía en la Playa”, de Emilio Carballido, dirigida por Raúl Zermeño. Foro del Centro Universitario de Teatro/ UNAM.

1992

“Grande y Pequeño”, de Botho Strauss, dirigida por Luis de Tavira.

Foro del Centro Universitario de Teatro / UNAM.

1993

1994

“Calígula”, de Albert Camus, dirigida por Enrique Rentería.

Teatro Santa Catarina / UNAM.

“La Vela de la Luna Loca”, de Adrián Sotomayor, dir. J. Ramón Enríquez. Sala Julián Carrillo/UNAM

1996

“Tríptico Perverso” de Alberto Castillo, dirección de Mauricio García Lozano. Casa del Teatro, Coyoacán.

1997

“Los Mochos”, de Ignacio Solares, dirigida por José Ramón Enríquez.

Foro Sor Juana Inés de la Cruz/ UNAM

1999

“La Cueva de Salamanca”, Cervantes, dirigida por Miguel Flores

Carro de comedias/ programa extramuros-UNAM

2000

“La Estrella de Sevilla”, Lope de Vega, dirigida por Alberto Legorreta

Foro López Mancera- CNA

2001

“Clasificación de las especies”, espectáculo basado en textos de teatro contemporáneo francés, dirección Giovanni Ortega/CNA

2002

“La Controversia de Valladolid”, espectáculo sobre la conquista, dirección Rosa Martha Fernández/Teatro Xola.

2003

“Los Pelirrojos” de Jean Claude Grumberg, dirección Boris Schoemann, Teatro La Capilla

EXPERIENCIA COMO DIRECTOR DE TEATRO Y ADAPTADOR

1995

“Vamos a hablar de amor entre nosotros”.Teatro Santa Catarina/ UNAM

1997

“Las mujeres de Fray Lope”, basado en Lope de Vega.

Museo del Carmen, San Ángel/ UNAM.

EXPERIENCIA COMO ACTOR EN TELEVISIÓN

1992

“Atrapada”, producción de Ernesto Alonso, dirigida por José Caballero. TELEVISA

1993

“La última esperanza”, producción de Eugenio Cobo, dirigida por Antonio Serrano. TELEVISA

1994

“Imperio de Cristal”, producción de Carlos Sotomayor, dirigida por Francisco Franco, TELEVISA

2001

“Diseñador, Ambos Sexos”, dirección Luis Eduardo Reyes, TELEVISA

“Sin Pecado Concebido”, producción Alberto Castro, TELEVISA

2002

“Fashion Emergency”, E-entertainment television

“Amigas y Rivales”, producción Emilio La Rosa, TELEVISA

2003

“Historias de Leyenda”, producción Carlos Prieto, CANAL ONCE

EXPERIENCIA COMO ACTOR EN CINE

1992-94

Participación en cinco cortometrajes con alumnos del CUEC y del CCC

1994

Mujer Cucaracha, video clip con el grupo de Rock “Las Cucas”, dirigida por Enrique Vargas.

1995

30 años del Teatro Campesino, documental basado en los actos de Luis Valdez, dirigida por Ricardo G. Ocampo y producida por la Fundación Cultural Chicanos Noventas.

Falta completarlo hasta 2013.

Experiencia como docente y traductor

CURRICULUM VITAE

Generales

Fecha de nacimiento 30-diciembre-1967

Lugar de nacimiento Gómez Palacio, Dgo.

Estudios Profesionales

Administración de Empresas Turísticas Universidad Autónoma del Noreste/

Torreón, Coah.

Licenciatura en Arte Dramático Centro Universitario de Teatro/

U. N. A. M.

C. O T. E. Course Instituto ANGLO-MEXICANO de Cultura A. C. / Coyoacán

Licenciatura en Letras Inglesas, Facultad de Filosofía y Letras, UNAM.

Otros estudios

Dramaturgia y Dirección Escénica Casa del Teatro, A. C. Coyoacán

Lengua y Literatura Modernas Inglesas Sistema de Universidad Abierta/

U. N. A. M.

Cursos y Talleres

Actualización en metodología, técnicas y materiales para la enseñanza del inglés como idioma extranjero

Técnicas para la enseñanza del inglés a nivel secundaria

Experiencia Profesional

Docencia, labor desempeñada a lo largo de quince años en Torreón, Coahuila y en México,

D. F./Harmon Hall, IDITAC, Enterprise, CEDROS, Instituto Anglo Mexicano de Cultura, Berlitz, Business English Unit,etc

Traducción de guiones cinematográficos y doblaje de videos/Fundación Cultural Chicanos Noventas, A. C.

Administrador de casadelared.org de 2005 a la fecha.